sábado, 26 de enero de 2019

Javier Fernández se retira patinando para la afición

Javier Fernández ha llevado el patinaje español a lo más alto. Nos ha hecho soñar con lo imposible, ha cumplido sus objetivos en el deporte y ha ido más allá forjando los cimientos de la cultura de hielo en un país en el que no había antecedentes.


El Europeo de Minsk queda marcado en la historia como la cita en la que mayor ha sido la delegación española, el boom de Javier ha potenciado la visibilidad de este deporte en todas sus disciplinas (individual, parejas y danza)."En las Olimpiadas había mucha presión, así que quise terminar mi carrera aquí", dijo el pasado jueves tras el programa corto.

Una carrera de sacrificios
El talento no lo fue todo para él. En 2008 hizo las maletas para entrenar en Nueva Jersey junto a Morozov, y se clasificó para los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010, quedando en un meritorio 14º puesto, además de octavo en el Europeo y duodécimo en el Mundial.


La joven promesa empezaba a despuntar, pero sus mayores éxitos llegarían de la mano de Brian Orser. Las primeras medallas internacionales fueron en el Skate Canada y la Rostelecom Cup, además de la clasificación para la final del Grand Prix. Bicampeón del Mundo en 2015 y 2016,  bronce en el Campeonato del Mundo (2013 y 2014), Campeón de Europa consecutivo desde 2013 hasta 2019 y bronce en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang (2018). Su palmarés es infinito, envidiable, prácticamente irrepetible.


En el Toronto Cricket, al que más tarde se han unido Yuzuru Hanyu y recientemente la rusa Evgenia Medvedeva, ha entrenado hasta sus últimos meses en activo, haciendo un parón a mediados de 2018 para volcarse en su show Revolution on ice.


Tres Juegos Olímpicos a sus espaldas
Con tan sólo veintisiete años, Javier es un veterano que ha participado en tres Olimpiadas: Vancouver 2010, Sochi 2014 y Pyeongchang 2018, cumpliendo en esta última cita su ansiado sueño: subir al podio.



Entregado a sus fans
Tuve la oportunidad de conocerle en la final del Grand Prix de Barcelona 2014-2015, donde demostró que su calidad humana está al nivel e incluso supera a su excelencia deportiva. Con los pies en la tierra, la sonrisa siempre se dibujaba en su cara atendiendo a periodistas, voluntarios y grupos interminables de aficionados que se agolpaban a la salida del Centro de Convenciones de la ciudad condal.


Hoy Javier Fernández se aleja de los focos de la competición con una nueva medalla de oro, convirtiéndose en el único patinador siete veces campeón de Europa de manera consecutiva, arropado por el aplauso de quienes le hemos visto crecer en la élite. Seguirá ligado al deporte, puede que se anime a entrenar, está más que confirmado que le veremos en galas, haciendo palpitar al público como sólo él sabe hacer. El talento le ha llevado lejos, pero el sacrificio, la humildad y su corazón le hacen imborrables en la estela de los mejores patinadores internacionales. ¡Gracias por elevarnos a lo más alto, #SúperJavi!